Sal caída en las tierras que no darán fruto, perfume que se evapora sin oler, una cuerda rompe en la guitarra que tocaba las notas de la canción de ayer.
Una moneda en el fondo de la fuente echada por un deseo sin cumplir, un ramo de rosas con espinas... ... se ven más espinas que el triste vivir.
No hay rastro de mar en el desierto, no hay ninguna flor en el jardín, lloro porque solo me encuentro cada vez que despierto y no estás aquí.
Hay óxido en mi corazón, telas de araña en nuestro rincón y la flor se hunde en el río del recuerdo. Bajo las nubes del cielo llorón camina un niño con preocupación guiado por la soledad del futuro silencio.
Miro al espejo y no encuentro mi reflejo tan solo veo un viejo abandonado que de vivir está ya cansado y sin ti casi muerto.
Agua que cae del cielo como valioso dinero en tierras sin poder. Sirena jamás vista por un marinero que la quiere conocer.
No se que voy a hacer sin ti no se que va a ser de mi viviendo con esta amargura como amistad No tengo nada si no estás aquí para mi eres todo, mi razón de vivir castigado con los barrotes de la soledad.